El Arquetipo del Vagabundo / El Buscador – El Mito de Urano

Acuario, signo de aire, es energía de procesos mentales y desarrollo de ideas que buscan renovar y revolucionar moldes establecidos con viejas creencias y viejos patrones de conductas. Los nacidos bajo el signo del Cántaro cuentan con una aguda y critica mirada sobre la sociedad y nuestros comportamientos como colectivo humano.

Después de la estructura, el desarrollo, la meta y la realización personal alcanzada en Capricornio, Acuario busca romper estructuras para vislumbrar y alcanzar cosas nuevas.

Energía que tiene que fluir tanto “arriba como abajo”, llenos de impulsividad y actitud desafiante, irruptivos y alocados, los nativos de este signo saben de cambios y experiencias grupales.

Grandes revolucionarios, aspirantes de la independencia y la libertad, encarnan el Arquetipo del Vagabundo y el Buscador. Con una mirada que siempre apunta hacia lo nuevo, lo excéntrico, lo que parece futuro. Buscan expresarse desde lo original y exclusivo.

Suelen vivir o sentirse adelantados a su tiempo por sus ideas novedosas, incomprendidos por su visión un tanto utópica de las cosas que suelen alejarlos de la realidad mostrándose despistados o poco conectados con las necesidades cotidianas.

Acuario está regido por Saturno y Urano. Esta doble regencia de dos planetas que se saben opuestos por sus cualidades, hace de los Acuarios una paradoja constante entre el orden y el caos, entre la búsqueda de estructura y el temor a los límites, entre un desear experimentar plenamente las pasiones y a la vez temer vivirlas con entrega. Temerosos a que el florecimiento sentimental y el compromiso ante sus sentimientos limiten su ansiada individualidad, suelen quedar presos de su idea de Libertad.

En su interior pueden vivir un loco o un genio; un buscador capaz de mover y fundirse en lo colectivo entablando relaciones sociales diversas y rompiendo con cualquier desigualdad de clase, cultura, raza, status, etc.

Su imagen simbólica es el Aguador, un ser andrógino que derrama agua desde las alturas, símbolo de su gran capacidad receptiva, antenas siempre conectadas a ideas elevadas que los mantiene en la búsqueda constante de todo tipo de conocimientos. Sus ideas, que pueden llegar de forma desbordada, a veces se logran materializar, pero muchas veces quedan a mitad de camino y es por eso, una de sus grandes tareas y desafíos traer su mundo de ideas al plano de lo posible, conectar con lo real.

También es verdad que la simple conexión con un conocimiento enriquece su mirada y su percepción, por eso consideran un gasto de energía innecesario terminar lo comenzado cuando la experiencia y lo adquirido se sienten suficiente para hacer identidad y seguir abriéndose camino a cosas nuevas.

Pueden caer con facilidad en la soberbia de sabelotodo, con ideas muy fijas que los conducen al aislamiento, la incomprensión o falta de sentido existencial. Es necesario hacer el trabajo de equilibrar estas pulsiones desde la creatividad y construir su propia libertad permitiéndose sentir desde la mente que los impulsa sin olvidar el corazón que los guía.

Su signo opuesto, Leo, una invitación a no olvidar el desarrollo de su individualidad, respetando siempre sus propias decisiones sin miedo a quedar expuesto. No debe temerles tanto a las etiquetas, porque ese miedo es castrador de su gran potencia creativa, castrando incluso sus propios talentos, privándonos y privándose a sí mismo de aspectos de su personalidad generosamente creativa.

Ser mientras todxs Son. Cocrear y abrirnos a la riqueza de variedad sin renunciar jamás a eso que sentimos que es únicamente nuestro.