El signo del Toro, desde la Astrología Arquetipal
EL ARQUETIPO DEL INOCENTE – El Cuento de la Bella y la Bestia o Barbazul
La estabilidad necesaria para sostenernos, lo concreto que hace a la forma, la búsqueda paciente de la satisfacción de los deseos, es lo que signa a la energía de tauro. Conectados a la tierra y sus encantos, confiados en que la vida proveerá lo necesario, la energía del toro amansa y tranquiliza, nos dota de buen gusto y un marcado (a veces peligroso) apego a la comodidad y el confort. Siempre con el impulso lento pero constante, el salvaje y dúctil Toro, es la resistencia, la obstinación y el instinto para acometer nuestras pasiones, deseos y metas.
Entendiendo intuitivamente la conexión de nuestra humanidad con todos los elementos de la naturaleza, podemos desarrollar un gran sentido de practicidad y dar utilidades medicinales, estéticas, cosméticas y nutricias a los aromas, a las plantas, a las piedras y a las gemas, o a cualquier elemento nativo que pueda servir de alguna manera a la humanidad. Aquellos que profundizan en esta relación se convierten en grandes alquimistas.
En un sentido y en un entendimiento más profundo de los cuatro elementos, los Tauro se pueden convertir en grandes chamanes de la Tierra. Teniendo en cuenta este conocimiento intuitivo con la naturaleza y su alquimia, también pueden desarrollar un gran conocimiento en la cocina y en la elaboración de alimentos, ya que la experimentación de los sabores es también una de las fuentes del placer, motor natural de sus búsquedas.
Tauro está regido por el planeta Venus, mitológicamente la diosa del amor, la sensualidad, el romance y las artes, acentúa el hecho de la búsqueda del disfrute y lo deseado, un claro y precioso sentido estético. Claro que esto puede ser muy honorable, pero a veces quedarse en ese estadio de confort los puede posicionar “terca y obsesivamente” en una situación o en una experiencia totalmente estática, alejados de una verdadera percepción de lo que le marcan los hechos reales y hacerlos vivir en “castillos de cristal” o quedarse demasiado tiempo en algo que ya huele a tóxico.
El Arquetipo del Inocente indica que pueden ser muy influenciables, sucediendo que quede grabado para siempre en su pisque lo que en la tierna infancia les fuera dicho o dado para sobrevivir, exponiéndolos siempre hacia la vulnerabilidad, ya sea por haber sido sobrevalorados por sus logros (“eres el niño más inteligente y capaz”), o por el contrario muy poco estimulados (“nunca vas a poder lograr gran cosa”). Esto puede marcarlos para siempre y, en cualquier caso, les costará salirse del molde de esa estructura impuesta, con lo cual tienen que hacer un gran esfuerzo en darse cuenta que hay siempre un impulso interno propio para desarrollar sus capacidades y reconocerse tan limitados como naturalmente son (como lo somos todos), sin que esto signifique un detrimento de sus logros o una pereza en sus esfuerzos.
El mito o el cuento que representa esta energía es el de la Bella y la Bestia, o el de Barbazul. La invitación es madurar la inocencia y la ingenuidad. Reconocer que dentro de sí mismos también habita una bestia siempre al acecho, con la cual es necesario conectar para ver la realidad y asumir el sacudón que abre las puertas a la verdad de los hechos, por más dolorosos que estos puedan llegar a ser. Hacer consciente este movimiento es sumamente necesario para la integración de sus fuerzas instintivas y emocionales, ya que negarlas implicaría retroalimentar sus propias sombras que, tarde o temprano, requerirán atención. Si demoramos en domesticarla, la bestia será indomable y entonces destructiva.
Su signo opuesto es Escorpio, el que muestra las sombras y enseña que el dolor, los cambios y la transformación son también cualidades naturales que habitan en nuestra humanidad. Tauro debe tomar y aceptar a escorpio para completarse, como parte esencial de su proceso evolutivo, porque escapar de ello o negarlo, puede provocar aún más pérdida y dolor.
En el tiempo del sol irradiando la energía de Tauro, tiempos de conectar con el placer de estar vivos, desintoxicar el entorno y embellecerlo para valorar lo que tenemos. Permitirnos la necesaria calma para construir lo empezado y ser fieles y tenaces en sostener lo que verdaderamente deseamos.
NUMEN – Escuela de Astrología y Lenguajes simbólicos –