Este signo se encuentra en la cúspide del mandala astrológico en reposo, es también el signo número 10, y todo ello es indicativo de que su energía es la invitación a lograr nuestras metas humanas y sociales más elevadas y perfectas, es una invitación a nuestro mayor desarrollo como personas, y por eso es también una energía a veces muy difícil de integrar. Saturno es quien rige a este signo, y este planeta nos exige siempre al máximo, es el que nos muestra y nos pone cara a cara con nuestras más duras limitaciones, nuestros miedos, nos conecta también con nuestras frustraciones, pero aquí es donde aprendemos que desde esas mismas limitaciones es de donde podemos salir más fortalecidos.
Los y las Capricornianxs tienden a fijarse metas constantemente, y no importa cuán difícil sea el camino, las trabas o las exigencias; los propios sacrificios para llegar a determinadas posturas, lugares, ideas, conquistas, status o cualquier cosa por mínima que sea pero que sea puesta como una meta, siempre valdrán el sacrificio si hay conciencia de que se ha entregado y recurrido a todos los recursos por obtenerlas. Igualmente este gasto de energía es siempre meticulosamente estudiado y analizado muy concienzudamente. Como el carnero (Símbolo de este signo, aunque con cola de pez), es capaz de llegar a la cima de la montaña atravesando duros caminos y grandes precipicios, por esto es que pueden parecer duros, tenaces, sombríos, a veces solitarios y tristes, y la cola de pez es un llamado a su origen “acuoso”, no debe olvidar su profundidad emocional, que lo impulsan no solo sus profundas pasiones, sino que debe conectarse con su sensibilidad para que la visión de sus metas no lo pongan en un elevado grado de “rigidez”.
Mientras Sagitario llega a la sabiduría a través del conocimiento, Capricornio lo hace a través de la experiencia, pone todo su cuerpo al servicio de sus logros y a aprender tanto de sus fracasos como de sus éxitos, sabiendo que solo son instancias de un continuo desarrollo. El mayor exponente de este gran “sacrificio” del cuerpo es Jesucristo, entregado en la cruz, sacrifica su vida en pos de la comprensión de la sacralidad de la vida misma. Alcanzar la plenitud espiritual requiere del sacrificio terrenal, y así vive y siente Capricornio el desarrollo de la experiencia humana.
Saturno rige este signo como el arquetipo del gran anciano sabio. En los mitos Saturno tiene su lado más sombrío siendo el “devorador” de hijos, todo para no ser destronado de su reino, con lo cual esto demuestra la terquedad del signo, esto es indicativo de que a Capricornio a veces le puede costar mucho ver lo nuevo, ir hacia la novedad o aceptar lo novedoso, una vez llegado a ciertos logros se puede poner “tiránico” defendiendo sus posturas y no poder ni querer ver otros “modos” de hacer las cosas. En su lado luminoso, Saturno representa al arquetipo del gran anciano sabio y benevolente, que siempre nos exige algún tipo de sacrificio e impone limitaciones pero desde una visión superadora, sacando lo mejor de cada uno y dando siempre la mejor recompensa, el sacrificio se convierte en la comprensión de lo que debemos soltar.
Hoy en día se siguen celebrando las antiquísimas fiestas saturnales romanas, donde en el solsticio se celebraba la abundancia, se agradecía, se hacían presentes, se celebraba la justicia Divina y se agradecía sobre todo los grandes dones de los dioses y las bondades de la naturaleza, esas fechas y fiestas paganas se sacralizaron y “religaron” a las religiones modernas, hoy llamada navidades, que tienen que ver también con el nacimiento de Jesús.
Responsables, honorables, de palabra noble, realistas, muy terrenales, prácticos, sociables aunque pueden proyectar un halo de soledad, a veces fríos y calculadores, pero también con un gran sentido de bondad y siempre dispuestos a sacrificarse, también tienen que conectarse con su signo opuesto, que es Cáncer, esto es conectar con su sensibilidad, con su lado “femenino”, Capricornio no debe olvidar en pos de sus metas a su niño interior, su infancia, la parte lúdica, sensible e ingenua de la vida.
NUMEN – Escuela de Astrología y Lenguajes simbólicos –