Muchos problemas han surgido de haber dividido tanto lo científico de lo creativo, lo racional de lo simbólico.
En las antiguas culturas, quien obraba como sacerdote, era también médico, chamán, astrólogo, artista… Estos roles eran ejercidos por la misma persona. Los pueblos originarios mantienen viva esta conexión entre el cuerpo y el espíritu donde las y los sanadores ejercen sus ritos de curación usando también los sonidos, los colores, la danza, los símbolos, los sueños… jamás desconectan el síntoma del mensaje que ese síntoma trae al ser desde lo profundo del alma.
KIRÓN representa este potencial. Es una llave, un intermediario entre el cuerpo material y el cuerpo espiritual. Kirón es Médico y artista, sufriente y resiliente, rechazado y admirado, monstruoso y Divino. Kirón nos invita a dejar de creer que la sanación depende exclusivamente de algo externo, empujándonos a despertar nuestro potencial sanador, porque donde habita la herida, habita el sanador.