El cruce actual de la psicología junguiana con el lenguaje astrológico abre perspectivas que permiten ahondar en los símbolos, pero para que esto sea posible, el practicante de astrología debe conocer conceptos básicos de esta corriente psicológica. Nuestra carta natal podría abordarse como un sueño, una visión o cualquier otro producto simbólico. Entrar en ese entramado es como participar de un magma de significados misteriosos. La actitud simbólica que hayamos cultivado, es fundamental. Un mapa natal nunca es algo estático y rígido, más bien es un pensamiento vivo que se está recreando a sí mismo todo el tiempo. Saber escuchar ese despliegue es parte de la capacidad simbólica: crear vasijas psíquicas que puedan contener esas imágenes. La propuesta es reimaginar el zodíaco utilizando el horizonte de los mitos, las leyendas, los cuentos folclóricos, el arte y la psicología junguiana. Eso nos permitirá desacartonar nuestros conocimientos y favorecer que el sistema simbólico de la astrología vuelva a florecer. Inclinarnos a escuchar, con la mente dispuesta y el corazón abierto, el camino de los símbolos, intentando descifrar la interioridad de cada imágen, de cada núcleo y de cada entramado.