Imagina una antología: un conjunto de fragmentos sueltos que cobran sentido al ser reunidos. Eso es Urano en Géminis: la electricidad que conecta ideas, recuerdos y diálogos, activando puentes entre lo local y lo global, entre lo inconsciente personal y el campo mental colectivo. Es un efecto amplificador que convierte los retazos en relámpagos de sentido.
Al ingresar Urano en Géminis, se inicia una chispa revolucionaria en el plano mental y social. No es simplemente un cambio personal, es un temblor de conciencia compartida que revoluciona la mente colectiva.
No es solo progreso técnico: es la mutación del tejido mismo de cómo pensamos, hablamos y nos narramos.
Aunque la tecnología —como la IA y las redes— crece con este tránsito, lo más profundo es la reconfiguración del relato mental. No se trata solo de nuevas herramientas, se está destilando un nuevo lenguaje, un nuevo “campo mental” donde nuestras historias, percepciones y conexiones se transforman a nivel estructural.
Urano en Géminis propone la “Antología
de un Reflejo”, una sacudida profunda en nuestro lenguaje, nuestros vínculos y la estructura misma de la mente colectiva. No es solo una transición planetaria, es un umbral eléctrico, un campo magnético de resonancia mental, una invitación a repensarnos desde el reflejo.